Ruyman Armas Santana en peligro de muerte por abandono médico en la cárcel de Palencia

Como nos contaba en octubre, en la carta dirigida a una compañera que ponemos abajo del todo, José Ruyman Armas Santana está enfermo del corazón. Su vida puede depender del rápido traslado a un hospital donde tengan el equipo adecuado para operarle. Eso es imposible en la cárcel de Palencia donde lo tienen ahora, siendo canario, desarraigado como castigo de su tierra y de su familia. Personas solidarias de Castilla-León proponen una campaña de envío de fax para exigir a los responsables que le trasladen a Valladolid, donde, en caso se urgencia,  podría ser trasladado a un hospital equipado para atenderle.Convocan también una concentración a las puertas de la cárcel de La Moraleja (Dueñas, Palencia), el 15 de Diciembre, a las 12h. Ponemos al final las señas de Ruyman por si le queréis escribir y hacerle un poco de compañía. 

OTRA CONDENA A MUERTE

Ruyman Armas Santana se encuentra preso en La Moraleja, la cárcel de Palencia.

Desde hace tiempo sus piernas están salpicadas de moratones y, tras un reconocimiento en la propia prisión, le dan cita con un especialista en cardiología a finales de Septiembre, en el hospital Río Carrión. Se le hace una endoscopia y el diagnóstico es que una vena o arteria (no se sabe a ciencia cierta porque no tiene el informe médico, ni esta terminología destaca precisamente por su claridad) está seriamente dañada y corre el riesgo de romperse.

Lo que se le quedó grabado a fuego fue que, si esto ocurría por la noche, había muchas posibilidades de que se le encharcaran los pulmones y muriera. Si tenía suerte y rompía de día podría salvarse, llegar con vida a Valladolid donde tendrían que intervenirle de urgencia; pues en Palencia no se hacen este tipo de operaciones. Desconocemos los plazos para que la operación se lleve a término, dada la gravedad del caso, pero si sabemos que de ocurrir en el exterior tendría su historia clínica, estaría informado, le harían seguimientos periódicos…

A Ruyman, de vuelta a la cárcel, el tratamiento que recibe consiste en tomarle la tensión y asignarle un ayudante que vela durante la noche mientras él duerme. Esto es todo. No es que dudemos de la profesionalidad del personal sanitario penitenciario (lo decimos, con sorna) es que los propios médicxs-carcelerxs reconocen ejercer bajo presión de la administración que les da de comer, ¿acaso podría ser de otra manera? Y así quebrantan constantemente el secreto médico, porque la visita se hace en presencia de la Guardia Civil o similar, imponen tratamientos forzosos, porque el fin último de la cárcel no es la reinserción sino el orden y este se consigue a base de tranquilizantes, o de repente retiran medicación prescrita por otros especialistas, no se sabe muy bien con que fin.

Reconocen, en definitiva, estar más preocupados por la seguridad y por cumplir las normas de la dirección que por atender adecuadamente a sus pacientes, a los que supuestamente se deben.

En este contexto de desatención médica reconocida y generalizada en el ámbito carcelario, no vamos a esperar a que Ruyman engrose las listas de muertes en prisión por causas naturales y exigimos que se dé una solución rápida y adecuada a su grave dolencia. Entendemos que solo la solidaridad “con determinación” puede cambiar su suerte.

Empezaremos con un envío masivo de faxes y llamadas telefónicas durante la semana del 26 de Noviembre al 2 de Diciembre a los siguientes números:

Subdirección General de Sanidad Penitenciaria: 
Tfno: 913354845 Fax: 913354992

Centro penitenciario 
La Moraleja: 
Tfno: 979716300 Fax:979716315

Hospital Río Carrión: 
Tfno: 979167000 Fax: 979167014

La Moraleja, 12 de octubre de 2018

Hola mami, ¿qué tal estás? Espero que muy bien. Yo estoy amargado, muy triste, y estoy en huelga de hambre desde el día 1 de octubre hasta el día 30 de octubre, reivindicando con el colectivo de presxs en lucha. H vino a verme y lo sabe, creo que tú también lo sabrás, y publícalo. Yo estoy malo de salud. El día que bajé al hospital a hacerme la prueba, la endoscopia, fue porque tengo la vena que va del corazón hasta el pulmón jodida y está a punto de partirse. Y el médico me dijo que, si rompe de día, puedo escapar, sobrevivir, porque rápido me llevan al hospital. Pero, si rompe por la noche, estando yo durmiendo, se me encharcan los pulmones y ya muero. Y han puesto conmigo en la celda a un amigo, hermano y paisano mío, que está vigilándome. Él se llama K, ha estado en Puerto I, es como mi hijo, tiene 26 añitos. Y montones de canarios, que me quieren muchísimo y están conmigo para lo bueno y lo malo, están afectados y preocupados por si pasa algo malo. Tengo cita cardiovascular en Valladolid en el hospital, para operarme, y la vena esa van a coger y la van a cortar y ponerme un implante, una vena de plástico. Y yo estoy mal por esta mala noticia, porque yo sé cómo funcionan estos médicos, que son unos veterinarios y yo estoy muy preocupado, porque esta gente me van a dejar morir. Yo he visto muchas personas a las que esta gente ha dejado morir en prisión. Yo no quiero ser una más, porque sería un palazo para mis padres, hermanos y familia, hijos y todas las personas que me quieren, y todos los colectivos anarquistas. Yo soy joven, tengo 38 años, llevo toda mi juventud en reformatorios y después en prisión y yo no sé qué es un cumpleaños ni una navidad con mi familia y eso es duro, todo lo que yo he sufrido en esta vida. Yo no soy malo, todo lo contrario, todas las personas que me conocen saben que yo soy luchador, no me gustan los abusos, respeto a todos los compañeros, les ayudo, les enseño las cosas que hacen en las cárceles españolas: torturas; malos tratos; la sanidad aquí dentro no vale; las muertes; no sacan a las personas enfermas a la calle; abuso de poder, injusticia. Los violadores son los que mejor viven en prisión. Yo ya estoy quemado de ver estas cosas. (…) Mama, te quiero mucho y disculpa si no llamo, tampoco llamo a mis padres, te lo digo hasta llorando. Estoy triste, bajo de moral, por esta mala noticia que me han dado los médicos, muy preocupado, asustado y nervioso. Cuando esté mejor ya os pienso llamar por teléfono a tí, a mis padres, a mis hijos. Dales saludos a mis padres y a Y. Te voy a dedicar unas frases mías que son mis principios. Me voy despidiendo mamá, con un fuerte abrazo y besitos y cuídate mucho, suerte, salud, te quiero más de lo que tú piensas, mamá. Chao.

Rompe las reglas, perdona rápido, besa despacio, ama de verdad, ríete con ganas y nunca te arrepìentas de algo que en su día te hizo feliz. Mamá G, nunca te olvides de esta frase que llevo tatuada.

Honor, lealtad, humildad, respeto, orgullo guerrero anarquista. Si luchas, puedes perder, pero, si no luchas, estás perdido. Dales saludos a todos los colectivos y a M, de Cádiz.

José Ruyman Armas Santana

Para escribirle:

José Ruyman Armas Santana

Centro Penitenciario de La Moraleja

Ctra. Local P-120

34210 Dueñas (Palencia)