Antonia y Luisa, la madre y la tía de Manuel Fernández Giménez, nos cuentan por qué están convencidas de que su muchacho fue asesinado, por acción y omisión, a manos de miembros del personal de la cárcel de Albocàsser (Castellón II); expresan sus sentimientos al respecto; explican lo que han hecho en busca de justicia, y lo mal que les han respondido el Estado y su aparato judicial.
Seis años y medio después del triste suceso, aún no ha salido el juicio, y la fiscalía se ha inhibido. El procedimiento continúa porque la familia de Manuel se mantiene como acusación particular, con ayuda de dos abogadas y un perito forense contratado, y el apoyo de Familias frente a la crueldad carcelaria.
Raquel E.F, de 38 años, madre de dos hijos, estaba presa en el Departamento Especial de Régimen Cerrado (DERT) de la prisión de Brians I. «Apareció” muerta el 11 de abril de 2015. Las autoridades responsables dicen que “se suicidó”. Llevaba más de siete meses en régimen de aislamiento, tan destructivo en Cataluña como en el resto del territorio dominado por el Estado español o en cualquier otra parte. 21 horas al día encerrada en una celda, sufriendo repetidamente la violencia de los carceleros, como reconocen los propios informes oficiales, donde consta que se le había aplicado “contención mecánica” al menos en once ocasiones. Violentada, humillada, atada de pies y manos a una cama durante horas, sin ser desatada ni siquiera para hacer sus necesidades, teniendo que hacérselas encima… ya conocemos el cuadro. Había intentado varias veces acabar con su propia vida, la última el 5 de abril, justo después de sufrir uno de esos episodios de violencia, y había dejado claro que sentía fuertes impulsos suicidas. Pero la autoridad responsable no consideró necesario aplicarle ningún “protocolo” preventivo –»lo hacen para llamar la atención»– y mucho menos sacarla de una situación tan cruel, inhumana y degradante como la que se le había impuesto. Ante todo ello, su familia entabló acciones legales, entre ellas una “reclamación patrimonial” contra la Generalitat de Cataluña, a la que consideran responsable de la muerte de Raquel. El semanario barcelonés La Directa ha publicado una crónica del juicio correspondiente, firmada por Sonia Calvó y João Francia y cuya traducción al castellano ponemos a continuación. Sigue leyendo →
En un artículo, cuya traducción al castellano ponemos a continuación, publicado en la página web del semanario alternativo catalán La Directa el 30 de noviembre y firmado por Gemma Garcia, nos explican cómo un año después de la muerte de Lewys Alfaro Orraca, cuando estaba sometido al inhumano régimen de aislamiento en la cárcel de Brians I, denunciada en muchas ocasiones por malos tratos y torturas contra las personas allí encerradas, las autoridades catalanas responsables todavía no han respondido a las legítimas preguntas de la familia del muchacho. Aquíse puede ver un vídeo donde su hermana Leisy y su madre, Juana Bárbara, explican cómo lo ha estado viviendo su familia.
Nuestra querida amiga y compañera, Laura Delgado publicó en su paǵina web, Abogacía en prisiones, la foto que va arriba y el sentido texto que copiamos a continuación, al enterarse de la muerte de Luis Miguel Mingorance Corral, preso de larga duración, que perteneció al Colectivo de Presos Sociales Anarquistas (COLAPSO) y participó desde dentro de la cárcel en numerosas situaciones de lucha colectiva. Lo publicamos para unirnos a ella de algún modo en su dolor y el recuerdo de Luis. Sigue leyendo →
Entrevista a nuestra compañera Silvia Encina a propósito de la llegada al tribunal constitucional del proceso por la muerte en la cárcel de su compañero, José Ángel Serrano Benítez. Silvia ve difícil el recorrido tal y como funciona el sistema y asegura que intentará hacer justicia aunque tenga que llegar a tribunales europeos, por Jose y por todas las personas presas en aislamiento, así como por las familias, que padecen una situación de «abusos continuados». Habla también de la existencia de nuestra asociación, sus motivos y finalidades. Aquí se puede ver la entrevista en texto y en vídeo. Sigue leyendo →
La familia y el abogado reiteran que denuncian la falta de información que hasta el momento tienen que soportar, el obscurantismo con el que las instituciones están llevando a cabo este asunto.
Denuncian todo el proceso de principio a fin: la brusquedad con la que reciben la noticia por parte de una persona que ni siquiera se identificó, el envío del cadáver de Manuel por una funeraria con la instrucción de que no se destapara todo el cuerpo; no acompañar ningún documento explicativo y la indicación verbal de que se enterrara.
Se opusieron a estas indicaciones y vieron con estupor que el cuerpo presentaba numerosos signos de violencia y rigidez del cuerpo como si hubiera muerto atado a una silla. Llamaron a la policía para que fueran testigos de lo que estaba sucediendo pero esta se inhibió.
Apreciaron la nariz rota, magulladuras en la frente y dos puntos en la barbilla ¿quizá de un taser?
Contactaron con abogados y exigieron documentación, pero solo les llegó un informe del forense que constataba el suceso como «muerte súbita» y como descripción externa «cicatrices» y cuatro «fotos negras». Solicitaron una segunda autopsia que han denegado y se ha enterrado a Manuel perdiéndose así las pruebas.
El abogado informa de que este no es un caso aislado, se presentan muchos y afirma que sorprende la actitud del Ministerio Fiscal, no solamente pasiva en sus «investigaciones», sino de oposición a las iniciativas de las defensas de las víctima
Según cifras del ministerio del interior de 2016, se han producido 203 casos de muertes en prisión y de ellos 19 han llegado a la Coordinadora para la Prevención y Denuncia de la tortura. De 2001 a 2016, han tenido lugar 3738 muertes bajo custodia y 590 se han reportado a dicha Coordinadora. Parece que son cifras suficientemente altas para que se tomen medidas y que no queden archivadas y los responsables impunes.
Las personas en presidio relatan que son víctimas de humillaciones, malos tratos, que son sedados con barbitúricos para que no molesten e incluso que se los proporcionan «generosamente», dándose casos de suicidio por sobredosis de los mismos. No denuncian formalmente mientras sufren estas violaciones de DDHH por miedo a represalias.
La representantes de AGFD, denuncian, además, que los gitanos y gitanas en presidio son doblemente víctimas, por la gitanofobia implantada en nuestra sociedad.
Las familias actualmente se están organizando en asociaciones como «Familias ante la crueldad carcelaria» para denunciar y detener esta oleada de muertes sin esclarecer. Es el caso de la familia de Manuel que exige justicia, que se conozcan las circunstancias de su muerte y se delimiten las responsabilidades.
Puedes visualizar parte del acto pinchando en este VÍDEO
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Repercusión en los medios antes y después de la rueda de prensa:
Nosotrxs, lxs presxs en el Modulo 1 del Puerto de Santa María no cedemos ni un milímetro a lxs opresorxs. Estamos cansadxs de que se nos juzgue administrativamente y se nos condene a pesar de estar condenadxs ya a largas penas de cárcel, y a espera de más juicios por desgracia (en mi caso concreto 19 años y 3 meses firmes, aún les parece poco…). La Institución Penitenciaria, la empresa del crimen y el castigo, nos tiene dispersadxs, condenando a nuestras famílias y compañerxs a sufrir accidentes de tráfico, a sufrir nuestra lejanía física, nos condena por nuestro sentir libertario y por nuestro espíritu de lucha, a intervención de todas las comunicaciones, nos quitan los libros que nos envían lxs compañerxs y los grupos de apoyo; a pesar de tener toda la parafernalia legalista, excusas vagas como: “hablar mal del sistema penitenciario”, “falsear la realidad” y otras sin sentido, son suficientes para secuestrar nuestros libros. Nos llaman delincuentes y ladrones pero nos roban (abusando del poder) libros, cartas, panfletos… con el beneplácito de los juzgados y tribunales, nos acusan de terrorismo pero ejercen terrorismo de estado, imponiendo a base del miedo las palizas, para aislarnos, acallarnos, dispersarnos, incomunicarnos… ¿Quién es el terrorista? Sigue leyendo →
José Ángel Serrano apareció muerto en una celda de aislamiento en la prisión de Zuera, Zaragoza, el 14 de octubre de 2016. Su compañera lo había visitado 24 horas antes. El preso social, natural de Bilbo, cumplía aquel día 40 años. Seguía un tratamiento siquiátrico de antiguo. En ese momento padecía una severa infección bucal. Al día siguiente, funcionarios de la prisión le encontraron muerto, desnudo junto a la puerta de su celda. Sigue leyendo →